HomeHistoria de la cocina españolaInfluencia francesa

Influencia francesa

Cambios

La historia de la cocina española es larga y rica, y es muy distinta de como solía ser hace unos cuantos siglos. Fuera de las mesas de la Corte, los plebeyos comían lo que tenían a mano. Esto incluía mucha verdura, ya que España es un país eminentemente rural y la gente cocinaba lo que crecía en su huerta. La cocina de la corte era distinta, la verdura escaseaba, la carne era abundante y la medicina era un juego adivinatorio, por lo que los médicos no recomendaban una dieta saludable como la conocemos hoy.

Si alguna vez visitas España, podrás ver y probar la gran variedad que ofrece la cocina española, llena de opciones, incluidos los platos vegetarianos. Sin embargo, echemos un vistazo a cómo se alimentaban el rey y la Corte hace 300 años.

Felipe V

En 1700, el último rey de la casa de los Autrias, la dinastía reinante en España durante casi 150 años, murió sin descendencia, por lo que la rama española de una de las dinatías más grandes y poderosas de Europa se extinguió. Lo que siguió fue una guerra de sucesión que duró hasta 1713, y terminó con el monarca Borbón Felipe V ene l trono español. Tenía una gran oposición, por supuesto, ya que otros poderes no estaban contentos con la idea de la unión de dos grandes coronas a través de la herencia, y apoyaban la causa del archiduque Carlos. Finalmente, el rey Borbón fue coronadotras firmar el Tratado de Utrecht en 1713, que le prohibía recibir la corona francesa e incapacitaba a los herederos franceses tener acceso al trono español.

El cambio de una dinastía entera suele acarrear cambios a nivel social, político y económico, pero también muchos cambios a nivel de la gastronomía de la Corte.

En la historia de la cocina española las cocinas de la Corte tuvieron una gran influencia, como es lógico. Pero a los españoles no les hacía gracias que les sirvieran platos franceses en lugar de los que solían comer. Los nobles consideraban su gastronomía como un derecho y una tradición, y se resistieron a cambiar sus hábitos por culpa de una dinastía nueva y extranjera, y eran reacios a cambiar sus costumbres para adoptar unas que consideraban foráneas y raras.¿Quién ganaría el combate?

Pues, el rey, como es lógico. A los Borbones, al contrario que a sus predecesores, no les gustaba el lujo excesivo o las grandes fiestas. Felipe V consiguió imponer su cocina, mucho más refinada. Cuando más adelante se casó con Isabel de Farnesio, la cocina italiana también pasó a formar parte de la mesa de la Corte, y con el tiempo se extendería a la burguesía y al pueblo.

Como anécdota, sabemos de un incidente culinario que tuvo una gran repercusión diplomática. Se ofrecía un banquete en honor de la futura consorte del rey, María Luisa de Saboya. Como símbolo de amistad entre España y Francia, varios platos de ambas naciones se servían en orden alterno. La reina no se enteró de la dinámica del banquete, y sólo comió de los platos españoles, lo que causó un grandisgusto entre los franceses.

La dieta de los Reyes

Copa vino

El propio rey era un poco aburrido en términos culinarios. Al parecer, sufría estados de melancolía en los que, o no comía nada, o devoraba todo lo que encontraba, aunque la mayor parte de las veces se decantaba por un potaje de yema de huevo, azúcar, canela y vino de Borgoña. También bebía muy poco alcohol, y cuando lo hacía siempre era vino de Borgoña.

Con lo que sí condescendió fue con el vicio de la época: el chocolate. Se sabe que lo bebía, especialmente en días de ayuno, pero nunca en grandes cantidades ni muy a menudo.

La reina era otro asunto. a ella le gustaba la buena comida y la disfrutaba. En ocasiones comía menos que su marido, pero con mucha más variedad, ya que casi nunca escogía los mismos platos que su marido y le gustaba beber champán. Pero tenía otro vicio: el tabaco. Al parecer, fumaba bastante y a menudo, a lo que el rey nunca se acostumbró.

La comida que se servía en la Corte

En aquellos tiempos, la gente de la Corte (el rey y la reina junto a los nobles) eran alimentados normalmente con carne de diferentes tipos. Aquellos platos que no tenían carne en sí seguían siendo derivados de productos animales, pero la parte de las verduras era bastante escasa en su dieta.

Por ejemplo, el rey comenzó a comer consomé en 1737, hecho con el caldo de dos gallinas, dos codornices, 2 kilos de ternera y 1 de carnero. Este plato también entraría a formar parte del menú de la reina algún tiempo después, y bebía este caldo dos veces al día, para comer y para cenar.

Pero Felipe V no sólo trajo sus costumbres a la Corte española, sino que también adaptó alguno de los platos típicos españoles. Uno de ellos era la olla podrida, que se comía todos los domingos de la década de 1720-30, y que contenía carne de res, ccarne de carnero, gallina, palomas, liebre, pata de cerdo, bacon, salchichas, manitas de cerdo, oreja de cerdo, garbanzos, alguna verdura y especias. Como hemos mencionado antes, apenas había nociones de una dieta saludable. En la historia de la cocina española este plato se ha hecho muy popular.

Hoy en día, la dieta mediterránea o española ha cambiado mucho, por fortuna, y la carne se equilibra con verdura, pescado y otros productos más saludables. La olla podrida aún existe, aunque su composición también ha variado bastante desde entonces, y la comida que se sirve en bares y restaurantes es mucho más equilibrada.